Aquellos rincones rebalsan angustia.
y explotan ceniceros,
al unísono,
con mi voz.
Entonces ahí aparecen
los ruidos aparecen.
Ruidos de misterio.
Ruidos de...
silencio ¿?
Y el cuero.
aahhh! aroma a cuero.
Puedo sentir tu perfume de cuero.
Puedo sentirte.
Lejos.
viernes, 16 de enero de 2009
martes, 13 de enero de 2009
Ella baila sobre un trampolín
y se esfuma con las hojas que se van.
Está a punto de caer
y sólo quiere ver que el sol
alumbre sus pupilas.
Ella baila a contraluz
y estalla en mil pedazos a la vez
convirtiéndose en el humo
de las voces que se queman a sus pies.
Ella baila hasta morir
camuflando su mirada de dolor
respirando el calor de aquellos ojos...
Y cubrió las cicatrices de su esencia
sólo para tratar de sentirse,
por un momento,
felíz.
Ay! si ella supiera
que todavía hay manos que quieren recorrer su aroma de cereza
que aún hay acordes compuestos para su piel de seda...
Vos, dulce niña,
deja de esconder entre tus pecas
ese dejo de soledad y tristeza.
¡Suéltate a la vida!
Deja que la libertad transite por tus venas.
Haz que tu alma pueda sentirse
sencillamente
plena.
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